La pregunta más importante es... ¿Quién trae la tarta virtual? Venga, tacaños, que son dos megapíxeles de nada.

Con motivo de ni más ni menos que ¡mi 18 cumpleaños!, no pienso molestarme en escribir nada sustancioso, pero por si os interesa (y si no, lo leeis de todos modos ¬¬)*, os diré que este cumpleaños me hace mucha más ilusión y la vez me amarga más que todos los anteriores.

Por un lado, ya soy adulto. ¡Sí, por fin! Ahora mismo debo de tener a toda una generación de futuros fiesteros envidosa mirándome con mirada acusadora a la espalda. Se acabaron todas esas preguntas incómodas. X·)

Por el otro lado, está esa sensación que los menores de 16, incluso 15 años, no conocen, la que te hace parecer un viejo que se pregunta por qué no puede volver a recorrer ese camino que deja a su espalda y al que mira con nostalgia. Desde hace un par de años echo de menos todos esos viejos recuerdos. Aaaaay... ¬___¬ Un buen ejemplo de esto para los apasionados de la música, de los que conozco muchos, es “What´s My Age Again?”, de blink-182: el miedo de sentirse fuera de lugar, desplazado; se te exige que te comportes como un adulto, no puedes (“imperativo social/presión social” y tal) hacer cosas de jóvenes y te sigues sintiendo tú. La responsabilidad no viene con la edad, la responsabilidad te la vas construyendo tú mismo con la edad por que te ves obligado. (Ahora vendría la parte en la que os hablo del artículo del NYTimes “Profesores inmaduros”, que explica por que ciertas condiciones como estudios largos impiden que los genes de la madurez sean activados, pero me lo salto. Sí, pese a que según cierta persona mi meta sea “aburrir a los visitantes”.)

¿Por qué estoy siendo tan negativo? Tempus fugit, memento mori, lo que querais; ¡vamos a disfrutar ahora que podemos!, más aún siendo mi cumpleaños: primero, los regalos y el dinero. ¡Por fin podré tener mi e-book, desenpolvar todos esos PDFs que guardo en el ordenador (polvo pixel, muy dificil de quitar)! Y dentro de una semana y dos días unos días de fiesta para descansar de la selectividad. A vivir, que la vida es corta. Ya he gastado un cuarto de ella, pero parece que todavía queda mucho por hacer. =D

Por cierto, ¿os habéis dado cuenta de que se puede vivir sin emoticonos? Al menos puedo improvisar nuevos. :3 Creo que voy a escribir toda una entrada sobre ellos (edito: ya lo he hecho, lo pondré el día 5).

*Contémplense la alternativas de un duelo a espada.